Esta granadina nacía en el seno de una familia acomodada hace 36 años. Se dedica a la publicidad, una profesión gracias a la que ha recorrido gran parte del mundo dominando varios idioamos. Sus viajes a lo largo de todo el planeta la definen como aventurera, libre e independiente.
Pero viajar de un lado a otro no es su única afición ya que está enamorada del flamenco, el bosanova, el deporte, los animales y, como ella afirma, "cualquier actividad creativa".
En cuanto a su personalidad, su imagen nos deja ver que está muy segura de sí misma por lo que "si intentan manipularme salto como un lanzallamas de ácido sulfúrico". Esta seguridad se refleja en su día a día en la que, según la propia Ana, le gusta sentirse "como un hombre". Una fuerte personalidad que le convierte en una mujer extremadamente independiente. Y Es precisamente esta independencia la culpable, según Ana, "de que no encuentre novio, porque no pueden controlarme".
Con todos estos rasgos, no es difícil intuir que Ana es una persona que, además, confiesa haber sido "un poco p**a, pero ahora soy rebelde". En Ana se encuentra lujo y descuido "en el frigorífico de los pitufos tengo champan pero luego intento convivir con las cucarachas".
Muchos ingredientes que desembocan en una mujer extrovertida, segura de sí misma e independiente capaz de hacer frente a cualquier situación y que ella cree haber heredado de su abuela.
Al margen de su vida cotidiana, Ana entra a la casa con un objetivo muy claro: "entro en la casa de GH para conocerme a mí misma".
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